martes, 3 de septiembre de 2019

¡Por favor, por favor!






Antes de abrir la puerta comprobé que  no me quedara otra cosa que hacer en el cuarto de baño.
Me había duchado y, pese a estar en una casa de campo con piscina, en un mes de agosto tórrido como el que más,  me había secado el pelo con secador.
Llamaron a la puerta, respiré un minuto más y abrí.
Draco frenó su correr  con  ojos fuera de las órbitas.
—Lo siento  —dije mientras observaba a mi cuñado Juan atravesar el pasillo con sábanas en la mano— tendrás que buscarte un escondite menos solicitado.
La pequeña Lorena apareció de la nada esgrimiendo un hacha de plástico. Draco brincó hacia la ducha, yo  corrí la cortina y cerré.
—Está ocupado —dije a mi hermano Pedro que acudía con cara de preocupación— deberías ir al baño de fuera…

La mesa de la cocina,  tomada de asalto por un rebaño de niños en bañador parecía un campo de batalla. En el centro, una torre de bollos goteaba una mezcla densa de cacao.  El mantel presentaba una media docena de senderos serpenteantes de color marrón que se entrecruzaban formando un  labirinto pegajoso.
—¡Qué bien! —gritó mi cuñada María, al verme llegar— Échales un ojo  mientras yo limpio el colchón, a Pablito se le han escapado unas gotas…
Me di la vuelta y volví al baño.
—Draco, ¿estás ahí? ¡Déjame un hueco! Tranquilo que septiembre está a la vuelta de la esquina  y con él, tu sofá y mis vacaciones de oficina.


13 comentarios:

  1. ¡Ja! ¿De qué me sonará estas vacaciones familiares?, no me extraña que la sujeto de tu cuento (o no tan cuento), esté deseando volver a la rutina.
    Al margen de lo que cuentas, me gusta como lo cuentas... tremendamente visual cada situación, y cada movimiento de los personajes incluído el perro. Bien orquestado, sí señora.

    Feliz vuelta de tus vacas Paola.

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    1. ¡Nada más lejos de la realidad! La visita de unos sobrinos encantadores y cariñosos con mi perro me hicieron imaginar lo contrario, por aquello del "y si..."

      Gracias por comentar
      Saludos

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  2. Antes de pedir auxilio no abras la puerta y menos a este tipo de cuñados y cuñadas que no tienen reparos en aguarnos la fiesta.

    Me ha gustado tu micro, Paola, convenientemente sazonado de ironía y humor que dibuja elegantemente esta escena cotidiana tan típica de agosto con ese final tan hilarante.

    Un abrazo.

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    1. Gracias Estrella por el consejo, lo tendré en cuenta si necesario...
      Saludos

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  3. Estupenda escenificación, Paola. Una casa de campo con piscina atrae especialmente a familia. Puedo imaginar hasta Draco, deseando también acabe agosto para volver a la rutina.
    Un placer leerte.
    Saludos;)

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  4. Hola Mila

    Un placer recibir tu comentario. La historia nació justo con la imagen, en mi cabeza, de un perro huyendo de un niño demasiado imaginativo.
    Saludos

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  5. Ojalá supiéramos siempre lo que nos espera detrás de la puerta que vamos a abrir. En este caso quizá fuera más que previsible, por el tipo y cantidad de personajes con los que compartir unos días de vacaciones, je,je.
    Este tipo de situaciones, con un toque de humor y bien contadas, como es el caso, resultan casi placenteras.
    Un abrazo.

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  6. Muy lindo, Paola. Sencillo, bien tramado, humorístico.

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  7. Ay Paola con lo agustito que estaba Draco... Una escena muy familiar y veraniega, visual y muy cercana con las palabras elegidas. Un abrazo

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  8. Después de semejantes vacaciones multitudinarias, lo mejor es volver a la oficina para un verdadero descanso.
    ¡Muy bien presentada la escena, Paola!
    Besos.

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  9. Un despegue narrativo con la fuerza suficiente para subir, planear con alguna pirueta añadida y hacer un aterrizaje atemperado como no podía ser de otra manera. Como lector me siento confiado con esa voz narrativa que no se pierde en meandros. Buen relato.

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  10. A veces unas vacaciones pueden llegar a ser más estresantes que la propia rutina laboral, y tu micro lo pone de manifiesto de manera muy visual. Un saludo, Paola!

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  11. Las vacaciones y el caos familiar, pero ¿y los recuerdo que dejan?
    Me ha gustado mucho lo cotidiano y visual que es tu micro, Paola.
    Un saludo.

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