La
joven de los tirabuzones dorados, muy concentrada en el minucioso examen de una
manzana que le acaba de entregar una serpiente que pasaba por ahí, ve venir a
su compañero. Parpadea, repite, se restriega los ojos, vuelve a enfocar y al
fin levanta una ceja.
El
joven semidesnudo que zigzaguea por el sendero desviviéndose en mil perdones
con las florecillas que acaba de pisar, esconde algo entre las manos.
¿Adonde iba? Sí, Uva, allí, ¡hip!, bajo ese
árpol, voy.
—¿Por
qué caminas de esa manera?
—¿De qué manera? —pregunta Adán entre
carcajadas.
—¡Se
te ve raro querido y pronuncias fatal! Aunque hay que reconocer que estás
disfrutando del momento.
—Uvaaaa
¡Cuánto te quiero! y mira lo que traigo. ¡Hip! Perdón.
—Me
llamo Eva y no Uva. ¡Qué demonios!
La
joven queda pensativa, no sé yo, algo le pasa a este hombre, pero tan malo
no parece ser. A lo mejor estas frutas están algo pasadas. Quizás la
manzana le arregle el estómago.
Eva
se siente observada y mira hacia arriba de soslayo.
El
jefe no es. Menos mal, no he hecho nada malo, pero con Él, ¡nunca se sabe!
De
pronto un silbido y la joven se gira. Es Adán que sonríe agazapado detrás de unas
matas. Le hace señas con los dedos y tiene una mirada traviesa. Demasiado
traviesa para resistirse, diría yo, si me permiten la intromisión.
—¿Qué
te siga? ¿Y qué traiga las uvas? ¿Y qué me vaya preparando? —Traduce Eva, se
pone en marcha y lanza la manzana por los aires.
La
maldita, rueda ladera abajo, choca con las rocas y queda hecha mil añicos que
acaban desapareciendo misteriosamente engullidos por un barrizal.
En lo sucesivo, ellas parirán en un jardín entre mil mariposas de colores. Reirán risueñas y todo será paz y tranquilidad.
Punto Jombar:
Según el más popular y conocido relato bíblico, la manzana que Eva ofreció a Adam es la culpable de que las mujeres paran con dolor: todas pagamos el Pecado Original.
¡Chicos, chicos, un poco nervio, algo de aventura! ¡¡La que armasteis por una maldita manzana!!
¡Qué bueno, Paola! Me ha encantado. Muy bien escrito y con un puntito de humor genial.
ResponderEliminarMe he reído un montón con tu ocurrente microrrelato, porque imaginarme a la supuesta culpable de los males del mundo, según el relato bíblico, transformada en una dulce joven de tirabuzones dorados contemplando ensimismada a su apuesto galán más borracho que una cuba, solo se te puede ocurrir a ti, estimada Paola.
ResponderEliminarMe gustó la solución al problema de tantos siglos de penitencia para las mujeres. ¡Fantástico!
Un abrazo grande.
¡Buenísimo Paola! Me he reído mucho con tu original propuesta, con ese Adán ebrio y esa maravillosa alternativa de parir entre mariposas... Parir en el jardín del Edén... fantástico...
ResponderEliminarUn abrazo
¿Qué tal, Paola? Simplemente genial. Una parodia al más puro estilo de los Monty Python. Has puesto el punto jonbar en los albores de la humanidad. Me ha encantado ese Adán alelado pidiendo perdón a las flores ¡Uva! Las consecuencias del no comer la manzana, un buen colofón. Felicidades. Un abrazo.
ResponderEliminarAy ese Adán disléxico y torcido, así ha salido el resto de la humanidad, ya podíamos haber heredado los genes de Eva la listilla 😊
ResponderEliminarDonde se ponga la “jodienda” que se quiten las “enmiendas”
Lo que más me gustó es que el Gran Jefe que todo lo ve, se quedó con dos palmos de narices, aunque seguro que inventará algo para echar a los ocupas del jardín de las delicias.
Aplausos y sonrisas.
Hola Paola. Cuánto sufrimiento se hubieran podido ahorrar las mujeres si muchos santos varones (y santas varonas, que también las hubo y las hay) no hubieran entendido las enseñanzas de un humilde carpintero a su propio interés. Has tratado tan gran injusticia con mucho humor, limando asperezas en un tema peliagudo.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Pequeños errores bien narrados y mejor estructurados. Un trabajo bien hecho para una ocurrencia con chispa. Me gusta, querida colega. Un abrazo y salud
ResponderEliminarGenial, una alternativa muy buena a la que leemos en la biblia. Muy bien escrito y además agradable. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola, Paola! ¡Cómo me he reído! Desde luego, cuánto hubiera cambiado la historia de no ser por esa manzana, ja, ja, ja. Bueno, quizá la ucronía en sentido estricto debe partir de un hecho histórico, aunque ahora que lo pienso, este es un hecho histórico para muchos.
ResponderEliminarLo que más me ha gustado ha sido cómo has reflejado la profundidad de ese mito bíblico. Y es que esa manzana no era solo una manzana. Era el fruto del Árbol del Conocimiento, y de ese era del que estaba prohibido comer. No así con los frutos del Árbol de la Vida. La metáfora siempre me ha impactado, nos dice algo así como que si quieres Conocer deberás sufrir, si quieres ser feliz permanece en la ignorancia. Con ese Adán tan mundano y básico has conseguido ilustrarla. Estupendo micro!! Un abrazo!
Ja,ja,ja. El Paraíso Terrenal parece mucho mejor así y más divertido. No sé si Adán y Eva sabían que de las manzanas se podía hacer sidra, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Paola
ResponderEliminarRelato en clave de humor que nos ha sacado una sonrisa. Te remontas a los orígenes de la humanidad (siempre según el relato bíblico) para cambiar su destino desde el primer momento, con una Eva y un Adán que se salen de los estereotipos. Anda que no se lo debieron de pasar bien en el paraíso hasta la intromisión de la serpiente, que en este caso se queda con un palmo de narices al ver su estratagema fracasada y la manzana hecha añicos. Un abrazo!
¡Ale! A parir todo el mundo. Muy bueno, así da gusto. A reescribir la biblia por una manzana, ¿te imaginas? Sería buenísimo. Ja, ja, ja.
ResponderEliminarPaola, que gracioso te ha quedado el micro, bastante gráfico y bien llevada la narrativa. Perfectamente retratados los Adanes y las Evas del mundo, ja, ja.
ResponderEliminarEl final, aun mejor, ja, ja.
Un gusto leerte.
Humor, mucho humor para desarrollar esta pequeña ucronía. Sería un gran alivio para todas la mujeres desde el comienzo de la história bíblica el que Eva no se hubiese dejado convencer por tan ladina serpiente. El pobre Adán suficiente tenía con mantener el equilibrio y pedir disculpas a las margaritas por su rudez.
ResponderEliminarMe ha gustado tu micro, un abrazo.
Vaya que sí, Paola, por una puñetera manzana. Muy buen relato, por cómo está elaborado, con un humor cínico y que le viene al pelo. He disfrutado mucho com el relato y la explicación de la ucronía también genial.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola, Paola. Muy divertido tu micro. Imaginar a Adan borracho ha sido muy ocurrente. Y qué mejor que salvarnos de parir con dolor. Muy bueno!
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Paola, me ha encantado leer esa escena, porque la visualicé como si estuviera presente, gracias a tu buena narrativa, y me encantó, lastima que la biblia no se reescribiera con esta versión, y quizá no desaparecería el dolor, pero seguro si la enorme misoginia que ha sufrido nuestra sociedad a lo largo de siglos, Buen Micro Paola, enhorabuena Saludos¡¡¡
ResponderEliminar¡Menudas ucronía, Paola!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, muy original, el estilo parecido a una parodia. 😄Como me hubiera encantado que eso hubiese pasado en la realidad. Genial!
Saludo
Hola, Paola. Creo que por mayoría absoluta aceptamos la ucronía como el hecho que realmente debió acontecer 😂🖐🏼
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