martes, 22 de septiembre de 2020

 


Argumento proporcionado por Storynator:

 Una limpiadora que tuvo problemas con las drogas y un piloto que colecciona bragas, se encuentran en el mismo restaurante, todo se complica con la presencia de un bombero, donde la tristeza y la locura serán eje de una historia repleta de sorpresas.

  248 Palabras


                                                      EL CONVIDADO DE PIEDRA


Una novia intenta liar un porro mientras se asoma al vacío desde la azotea de un rascacielos. Le tiemblan las manos, tiene los ojos llenos de lágrimas y, ahí arriba sopla un viento que pretende llevarse la cola de capilla del blanco vestido.

—¿Está usted bien, qué ha pasado?—pregunta un tipo fornido y guapete que aparece por la puerta de acceso. 

La novia levanta la ceja derecha y encoge los hombros.

—No te asustes, vengo del banquete.

La mujer parece animarse, le vuelve a mirar y contesta levantando la voz para que el aire no se lleve las palabras.

—Creo que Roberto, con el que te recuerdo que acabo de casarme, me engaña.

 El joven sonríe y ladea la cabeza, se hace con las herramientas, lía el porro, lo enciende y haciendo refugio con las manos, se lo entrega.

—Gracias. Abajo en la fiesta un calor asfixiante, y voilá que Roberto ha querido secarme el sudor de la frente con unas bragas de hilo en lugar de emplear  un simple pañuelo! —dice la chica y aspira de prisa no sea que el porro se apague.

—¿De encaje malva con perlas azules?

La novia desgrana los ojos.

El hombre recupera el pitillo y aspira, se asoma al parapeto, menea la cabeza y pisa el vestido con todas sus fuerzas.

—¡Tranquila querida, son mías! Le traían suerte al chaval y se las llevó de recuerdo el día en que rompimos.