Preciosa historia sobre la vida en el desierto. El camello se convierte en un auténtico dios, siempre omnipresente y proveyendo de todo lo necesario a los personajes. Un saludo.
Es fantástico Paola. Y sólo le pidió agua.... impresionante. Me ha encantado. Es un alma pura, nómada, solitaria,... creo que fue Aristóteles el que dijo que una persona apartada de la sociedad sólo puede ser o una bestia o un dios.... en un caso como este me gustaría creer en dios/a ;) Un abrazo
Esa era mi intención, muchas veces los Dioses hay que buscarlos entre nosotros, existen más de los que nos creemos. Gracias por tu comentario, espero poder leer pronto el tuyo
Muy bueno, Paola. Lleno de mensajes sobre la fe en nosotros mismos y sobre brindar ayuda al necesitado. El final que muestra la sencillez de la joven es fantástico. Saludos.
Hola Paola. Me gustó tu historia de una mujer fuerte, segura y luchadora que sabe que la fuerza y todo lo que necesita lo posee y no debe buscar fuera, porque ya lo ha encontrado en su interior, ella es su propio Dios. El final es muy bello, no desea nada material porque para ella carece de valor y vela por la vida de su bien mas preciado, su camello. Muy lindo, dulce y tierno. Un gran abrazo.
Estupendo relato! Crea una ambientación perfecta de lo que debe sentirse bajo el sol abrasador del desierto. Y ahí, en la nada dorada y ardiente, una mujer que es todo dureza, todo bondad y generosidad. Me ha encantado el contraste.
Preciosa historia sobre la vida en el desierto. El camello se convierte en un auténtico dios, siempre omnipresente y proveyendo de todo lo necesario a los personajes.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy bonita historia de supervivencia. Éxitos!
ResponderEliminarGracias Mery, gracias Santiago, suerte a vosotros también
EliminarEs fantástico Paola. Y sólo le pidió agua.... impresionante. Me ha encantado. Es un alma pura, nómada, solitaria,... creo que fue Aristóteles el que dijo que una persona apartada de la sociedad sólo puede ser o una bestia o un dios.... en un caso como este me gustaría creer en dios/a ;) Un abrazo
ResponderEliminarEsa era mi intención, muchas veces los Dioses hay que buscarlos entre nosotros, existen más de los que nos creemos. Gracias por tu comentario, espero poder leer pronto el tuyo
ResponderEliminarMuy bueno, Paola. Lleno de mensajes sobre la fe en nosotros mismos y sobre brindar ayuda al necesitado. El final que muestra la sencillez de la joven es fantástico.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Federico, ya sabes.. .queda poco tiempo ¿Y el tuyo?
ResponderEliminarHola Paola.
ResponderEliminarMe gustó tu historia de una mujer fuerte, segura y luchadora que sabe que la fuerza y todo lo que necesita lo posee y no debe buscar fuera, porque ya lo ha encontrado en su interior, ella es su propio Dios.
El final es muy bello, no desea nada material porque para ella carece de valor y vela por la vida de su bien mas preciado, su camello.
Muy lindo, dulce y tierno.
Un gran abrazo.
Gracias Lucia, me alagan mucho vuestros cumplidos y me empujan a seguir adelante en el camino de la escritura
ResponderEliminarEstupendo relato! Crea una ambientación perfecta de lo que debe sentirse bajo el sol abrasador del desierto. Y ahí, en la nada dorada y ardiente, una mujer que es todo dureza, todo bondad y generosidad. Me ha encantado el contraste.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gracias, Julia, y perdona por el retraso en contestar
Eliminar