Madrid, calle Orense,
salón impoluto estilo colonial.
Emilia, aún en zapatillas, está recostada en la butaca y
ojea el álbum de fotos familiares, con desgana. Su madre está lista para salir.
¡Prometió que me llevaría a ver a Alejandro!, está pensando
Susana, pero no dice nada.
—Mamá, ¿qué es lo que no me has contado sobre tu tía, la
monja?
—¿A qué viene esa pregunta? —contesta Susana y da los
últimos toques a su pelo canoso, frente al espejo.
—Algo me ha dicho papá.
—¡Qué puedo contarte! —responde Susana con toda la calma que
es capaz de simular— ¿Qué antes de ser monja era una insensata?
—¡Yo creo que lo fue al hacerse monja! —dice Milita y
levanta el pulgar —¡uno a cero, mamá!
—No todo es lo que parece, querida. Enriqueta se hizo monja
por obligación de su padre que consiguió así evitarle la cárcel. ¡Me figuro que
papá estaría despellejando a los míos cuando te habló de la tía!
—¡Noo! Solo estábamos charlando —contesta Emilia y Susana
observa en el espejo que su hija esconde la cara.
—¿Nos vamos?
—¿Adónde?
—¡A ver a tu hermana que acaba de dar a luz! —grita Susana
perdiendo la calma aparente.
—No exageres, eso fue hace dos meses… A la cárcel, ¡¿por qué?!
¡Porque eran otros tiempos y otra forma de vida!
—¿Y todos acababan en la cárcel?
—No digas estupideces —contesta la madre y se gira a mirar a su hija, ¡iban a
la cárcel los que tenían que ir!, mi tía acabó en un convento porque Dios había
comprendido que en su demencia, solo intentaba ayudar. Y ahora… ¿puedes
prepararte para salir, por favor? Te recuerdo que me lo habías prometido.
Además, Patricia hablaba mucho con la abuela en paz descanse, seguro que sabe más
de Enriqueta que yo.
—Vale, pero mientras me explicas como una
insensata puede acabar siendo monja.
—¿Qué quieres saber?
—Primero aclárame de qué época estamos hablando para…
—¡De la prehistoria, como dices tú! —contesta Susana y ahoga
un suspiro— En 1927 Enriqueta estudiaba farmacia como la niña de buena familia
que era. Pero, en el secreto más absoluto, formaba parte de una Asociación de
Mujeres, ilegal en aquellos tiempos, que llevaba a cabo abortos a prostitutas
con el fin de que esas pobres desgraciadas no perdieran trabajo y cobijo.
¿Contenta?
—¿Me estás vacilando?
—¡Tu madre nunca vacila! Y relájate que nadie va a dar el
pistoletazo de salida— dice Susana y suelta el suspiro que había ahogado hace
unos minutos—, aunque se haga tarde para ir a ver al bebé.
—¡Te aseguro que el bebé no va a ninguna parte! Y me niego a creer lo que acabo de oír.
—Las personas son más complejas de lo que te imaginas, y tú
eres tan superficial que no ves más allá de la envoltura. Se está haciendo
tarde, llama a Patricia y dile que
llegamos tarde, el resto de la historia te la cuento de camino.
Emilia saca el móvil y llama a su hermana.
— Patri, soy yo ¿Sabías lo de tía Enriqueta?… ¡No te
sulfures que salimos ya!
—¿Qué ha dicho Patricia? —pregunta Susana desde el rellano.
—Creo que Alejandro quiere ser fraile, Patri ha dicho “no sé
qué de un santo varón que pide teta a todas horas —contesta Emilia mientras
bajan en el ascensor.
—¡Hace una tarde estupenda! —comenta Susana al salir a la
calle.
—No cambies de tema que te conozco, sube al coche y empieza
a cantar.
—¡Si es que no hay mucho que contar! —grita Susana, al
límite de la paciencia— Lo que
ocurrió fue que un día, al abuelo
le llegaron rumores de que la niña de sus ojos trabajaba en una clínica clandestina. ¡Le daría un patatús
al pobre hombre! Milagrosamente logró intervenir a tiempo y llevársela de ahí
justo antes de la redada. Esa misma noche la tía entraba en el convento.
—¡Y yo sin haber oído ni una palabra de esto !
—¡Este mocoso no deja de berrear!—comenta Patricia al verlas
entrar. ¡Así que te has enterado de lo de Enriqueta! Claro, cómo ya tienes
edad…
—¿Por eso no me lo has contado, mamá?
—¡Cómo va a ser por eso! siempre serás una inmadura incorregible—contesta
Susana.
—No te lo ha dicho para que no te burlaras… —interviene
Patricia —Madre, ¿le has contado lo de la huida?
—¡¿No Jodas que se escapó del convento?! —pregunta Milita.
—Ya te digo —corrobora Patricia—, la abuela, como buena
hermana que era, la ayudó a escapar y gracias a una señorona forrada que tenía
contactos en Argentina y que le debía un
favor a Enriqueta porque, en cierto momento la buena señora se había quedado
preñada por penalti y la tía le había echado una mano… ¡Déjame coger aire!
Vamos que en fin y a la postre, la tía
se embarcó y acabó buscando fortuna en
tierras de ultramar, como dice tu madre.
—¿Y la hizo? —estalla Emilia poniéndose en pie.
—¡Ahí te esperaba yo a ti! —contesta la madre— Exigiste,
bajo chantaje, que te contara cómo puede hacerse monja una insensata, y lo
hice. Ahora, si la tía consiguió hacer fortuna encontrando un tesoro perdido en
un templo remoto de la selva amazónica… eso, querida mía, es otra historia…
Gran historia, Paola. Muy original y muy divertida. Mucha suerte en el Tintero.
ResponderEliminarGracias Marta
EliminarMe alegro de que te pareciera divertida
Saludos
Genial, pues me lo he pasado genial con las peripecias de la tía-abuela de Emilia. En todas las familias hay secretos inconfesables, pero este, una vez desvelado, daría para, como bien dice Susana, otra larga historia, jeje.
ResponderEliminarLa puesta en escena es buenísima. El relato me ha encantado y espero que les parezca igual de bueno a los participantes del Iintero de Oro.
Un abrazo.
Hola Josep
EliminarEso de que en todas partes cuecen habas...
Gracias y saludos
Hola Paola, muy entretenida tu historia en ese salón impoluto estilo colonial, ¡lo que ha llegado a enterarse Emilia! y es que hay secretos de familia que sorprenden. Un abrazo
ResponderEliminarHola Emergencia
EliminarSe agradece el comentario. A veces mejor no llegar a conocer gran parte de esos secretos...
Un abrazo
Sorprende ver relatos como este, construidos casi en su totalidad a base de diálogos. No es sencillo separar con nitidez las diferentes voces cuando se escribe un relato dialogado, pero tú lo consigues, dando a cada una de las protagonistas su propio estilo y vocabulario. También en los gestos, sobre todo de Emilia, se refleja sin decirlo su edad adolescente y buena parte de su personalidad. Te permites además crear intriga alrededor de la historia de Enriqueta, incluso una segunda parte que relatase sus peripecias por las Américas podría ser interesante. Muy buen relato Paola, aspirante sin duda a una posición de honor en el Tintero. Un saludo.
ResponderEliminarHola Jorge
ResponderEliminarGracias por el comentario tan extenso.
La verdad es que he querido hacer un ensayo de como contar una historia "dramática" dentro de un marco de humor. Para ello he distanciado el drama en el tiempo pero aún así puede que haya quedado algo frívolo el asunto, al volver a leerlo, no estoy del todo satisfecha.
Se aceptan críticas que ayuden a mejorarlo.
Un abrazo
Estimada colega. Magnífico ensayo. Peeero, recordará que no todo lo que funciona en el matraz (es eficaz), funciona después en la vida (es efectiva). Pienso que algo así te ha ocurrido en este relato y esa es la razón de que te chirríe EMDO.
ResponderEliminarHe revisado todos los rincones y no encuentro voz narrativa alguna (el narrador ¿dónde está?) y mucho menos el punto de vista de la historia (¿quién la cuenta?.
Has perfeccionado el manejo dela estructura has llegado a levantar un llamativo trampantojo, pero se queda en naturaleza muerta. Y es ahí cuando acud la autora con todo el material de emergencia y aparece por todos los lados, por ejemplo “poniendo en pie de un salto” a un personaje (¿principal?, vaya usté a saber a esa alturas del relato).
Es un buen ensayo, al que le falta el soporte, la clave de bóveda sobre las que apoyar las vigas maestras de la voz narrativa y el punto de vista sobre las que irá tomando forma la trama. Merece la pena intentarlo y no perder mucho tiempo apuntalando aquí y allá como si de una “sitecom” se tratara con chistes o medias sonrisas que vengan o no a cuento. Te lo digo con toda la admiración que tengo sobre tu trabajo en referencia al humor y al sentido del drama.
Pienso que es posible. Un beso
Pues tienes toda la razón, XXX, yo también lo he buscado y nada de nada!!
ResponderEliminarY es que cuando no se pueden sostener más de trece cartas en una mano, hay que usar la otra y escribir con la nariz.
Me pondré a ello en cuanto acabe el concurso.
Gracias
No entiendo porque salen las XXX . El mensaje anterior era de Don Kendall, como supongo que habrás deducido.
EliminarUn abrazo grande
Solo hay una persona que me llama " querida colega"...
EliminarNo tiene perdida!!!
Un abrazo
Pues, querida colega,
ResponderEliminarSi te refieres al concuro, como "el Tintero de Oro", pienso que acaba de empezar. Con independencia de cuando se ponga a disposición pública el relato, el pole de salida empieza el día 1 de Febrero y dura hasta el día 10 ¿no?.
Precisamente por eso se pueden hacer comentarios que ayuden a corregir, a matizar, a enriquecer en suma el trabajo propuesto.
Ese es mi ánimo cuando hago comentarios antes del día 1 del mes.A partir de esa fecha, no hago comentarios que puedan desmerecer el trabajo hecho y pendiente de análisis y puntuación.
Yo suelo hacer una valoración basada en QFD (1-3-9): Asigno un 9 si el relato me parece muy atractivo, un 3 si resulta aceptable, un 1 si el interés es muy bajo y un 0 para descartar. El 9 correspondería a tres relatos puntuados (8-9-10), el 3 a tres relatos puntuados (5-6-7), el 1 a cuatro relatos puntuados (1-2-3-4).
Pues bien, tu relato a la fecha lo clasificaría en el grupo 1 y sin ninguna duda lo pasaría al 9 si apareciese ese par de elementos claves y que estoy convencido que pueden aparecer vista tu trayectoria de autora y sobre todo visto el diagnóstico que tú misma haces en el comentario de respuesta Jorge Valín :
"al volver a leerlo, no estoy del todo satisfecha.
Se aceptan críticas que ayuden a mejorarlo.".
Pues en eso estoy y espero los detalles que me permitan incluir el relato en la casilla 9 de mi tríada valorativa.
Un abrazo
¡Ah! no estaría de más que ajustases el filtro de comentaristas que solo permite tres opciones : XXX /URL/Anónimo
Hola Don kendall
EliminarNo había pensado en eso de que hasta que David no reúna los relatos en una entrada, hay tiempo para mejorarlos...
La verdad es que para mi, mejorar un relato es prioritario a cualquier otra cosa y por eso lo de que se aceptan críticas que sirvan para mejorarlo. La tuya me parece muy acertada pues tienes razón en cuanto al narrador. Me pongo enseguida al trabajo.
En cuanto a lo de la casilla de comentarios del blog, decirte que no solo me gustaría que comentaran todos los robots que quisieran, sino que estaría encantada de que lo hicieran hasta los habitantes de Alfa Centauro, si así lo desearan, pero soy incapaz de cambiar el maldito cuadro!!!
También se aceptan ayudas de todo tipo en cuanto a esto.
Gracias un saludo grande, grande.
Excelente historia, Paola, ágil, simpática y creíble. Un secreto familiar siempre nos deja con ganas de saber y así se desarrolla la intriga con humor y sencillez.
ResponderEliminarUn abrazo
hola Mirna
EliminarMe alegro de que te guste y sí, estoy de acuerdo contigo, la curiosidad del ser humano sobre todo cuando se trata de secretos familiares, no tiene límite.
Un abrazo
Muy buen relato, Paola. Conflicto generacional regado con un buen chorreón de buen humor. Espero que no te guardes para ti sola la historia de Enriqueta la monja prófuga.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola Bruno
ResponderEliminarMe parece que Susana tiene intención de castigar a su hija durante bastante tiempo, pero ya veremos, a lo mejor conseguimos sacarle algo...
Gracias por tus comentarios y un saludo
Coincido con Jorge en que tiene mucho mérito construir un relato a base de diálogos logrando una dinámica narrativa que se va desarrollando en vivo y en directo, forjando una historia de hipocresías morales y damas de vida tan azarosa que daría sin duda para una apasionante telenovela, de esas que se publicaban por entregas. Y todo esto, ofrecido a través de unos diálogos tan naturales como incisivos. Un saludo, Paola, y Suerte en El Tintero.
ResponderEliminarHola Paco
EliminarAgradezco tus palabras
El asunto es que antes no se vivía como ahora, la cosas se veían desde un punto de vista difícil de entender para nosotros.
Un abrazo
Gracias, Paola, por participar con este relato en EL TINTERO DE ORO. Un abrazo y suerte!!
ResponderEliminarGracias a ti por la oportunidad.
EliminarUn abrazo
Muy buen relato basado en diálogos, a través de los cuales los lectores vamos armando la jugosa historia de la tía Enriqueta.
ResponderEliminar¡Mucha suerte, Paola!
Besos.
Gracias Mirella
EliminarUn abrazo
Hola Paola,
ResponderEliminarEs una encantadora historia familiar con pinceladas de humor, muy original. Un placer leerte.
Suerte en el tintero!
Hola Yessy
EliminarMe alegro de que te haya gustado
Gracias y un abrazo
Me gusta que te hayas atrevido a usar el diálogo en buena parte del relato, porque es realmente complicado, la verdad. A ese respecto, faltan al menos dos guiones de inicio en las intervenciones de los personajes. Me he quedado con ganas de conocer las peripecias de esa monja en las Américas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rebeca
EliminarYa he localizado los guiones traidores, se han ido a otro relato donde les pagan mejor.
Gracias y un abrazo
Tenme un poco de paciencia Paola, he llegado tarde pero ya empiezo a leer y comentar. Pero soy lenta ;)
ResponderEliminarJejeje. Tranquila Tara que espero con un cigarrillo y un chocolate caliente...
ResponderEliminarRedondo el relato. Avanza con un ritmo medido sin saltos en el vacío. El lector lo agradece. Hay mucha técnica bien usada para trenzar una trama entretenida con final abierto. Puntuará bien, sin duda. Gracias Paola
ResponderEliminarGracias Luigi
EliminarMe alegra saber que el ritmo es el adecuado y que la trama re haya parecido entretenida.
Un abrazo.
Hola, Paola: Leí con placer tu texto. Como sienmpre, una escritura pulcra; esta vez con el plus de desarrollarlo mediante diálogos, muy bien organizados. Coincido entonces en que la construcción está lograda, pero faltan habitantes: narrador, un conflicto bien marcado, y personajes definidos. Como te han señalado, puedes mejorarlo hasta el cierre de la recepciòn, el 31 de enero, creo. Suerte, compañera.
ResponderEliminarHola Paola, ya estoy aquí.
ResponderEliminarLo primero decirte que resolver un relato a golpe de diálogo es todo un reto. No es fácil. ¡Eres una valiente compañera! Por medio de ellos has aportado información “directa” de los personajes que intervienen, de su carácter, manera de hablar, juventud o madurez. Y de manera “indirecta” por sus gestos o acciones.
Además de elocuente, la presentación gráfica de los diálogos son correctas, salvo algún despiste por olvidarte poner el guión.
Quizás habría sido conveniente intercalar más pequeñas partes narradas para romper el ritmo trepidante de los coloquios.
Con los verbos “discendi” que no te queda otra que utilizar a mansalva, porque los interlocutores son bastantes, puede que se aligerara un poco si prescindieras de una de las chicas (son un montón de ellas, o esa es la sensación aunque no sean tantas). A veces hay que sacrificar algo para el buen fluir de la historia, orquestar en un relato corto a tantas personas es un lío lioso ;)
Mamá
Susana
Emilia
Milita
Enriqueta
Patricia o Patri de manera indirecta por teléfono.
Para mayor dificultad, todas son mujeres, con lo cual no puedes utilizar en el coloquio el masculino para diferenciarlo del femenino y evitar los dichosos y repetitivos “discendi”, se podría evitar en el caso de que hubiera un solo hombre entre mujeres, o una sola mujer entre hombres.
Muy bien Paola por haber utilizado verbos comunes y sencillos como “dijo”, “contesta”, etc... y que no llaman la atención, así pasan algo más desapercibidos en el uso constante, (un elemento habitual), en cambio nos fijaríamos mucho en él si fuera un vocablo no tan común, como una señal luminosa. Has tenido, además, el acierto de evitar algunos incisos por no necesarios.
Toda ésta paliza que te he endilgado es la parte formal de los diálogos, en “cómo” los haces, el resultado general es que parece que estén realizando la acción o conversación en el mismo momento que te leemos, el tiempo presente los hace cercanos, y las conversaciones son sencillas y espontáneas. Todas ellas tienen voz propia y se identifican con claridad a pesar del barullo de todas ellas hablando casi a la vez... es la impresión que dan, y es que en la vida normal no se suele esperar un turno riguroso para hablar o contestar, y me ha gustado esa impronta de vida y espontaneidad, incluido el —¡¿No Jodas que se escapó del convento?!
Disculpa el rollo patatero que te he largado Paola ;), y te felicito por tu trabajo que, a pesar de la sencillez expuesta, es difichile difichile ¿ehh?
Leyendo los comentarios que te hacen Paola y veo uno tuyo en el que dices:"La verdad es que he querido hacer un ensayo de como contar una historia "dramática" dentro de un marco de humor". Pues en ese sentido más que conseguido.
ResponderEliminarFinnnn
Hola Tara
EliminarNo me extraña que vayas lenta si haces comentarios tan largos!!!
Gracias por todo el tiempo que le has dedicado.
No suelo hacer relatos de puro diálogo pero en este caso me he esforzado por conseguirlo para que la parte dramática quedara integrada en la conversación. Y sí, los personajes son todas mujeres a drede, porque he querido dar la visión de un hecho dramático "de mujeres" visto por mujeres de distintas generaciones futuras. (mucho he querido hacer en 900 palabras...)
Un abrazo
;) Que me dieron de comer alpiste
ResponderEliminarHola, Paola. Simpática historia donde, en tono de humor, nos muestras una realidad que debió ser muy dura. Valentía no te falta para haberlo abordado casi en su totalidad con diálogos y resolverlo con éxito. Por ahí he leído que te dan claves muy buenas de cómo dejarlo áun más redondo. Yo me las apunto para aprender también de ellas.
ResponderEliminarMucha suerte en el Tintero y un abrazo.
Hola Alma
EliminarGracias por tus palabras
Un saludo.
La historia me parece que tiene hilo para tirar pero me pierdo un poco en la redacción, aprovecha para darle una vuelta de tuerca y redondearlo. Un saludo.
ResponderEliminarHola Beitavg
EliminarGracias por comentar, le daré una vuelta de tuerca...
Saludos
Gran mérito está historia construida únicamente con diálogos. Creo que sales airosa de un reto complicado. La historia es ágil, los personajes están muy bien dibujados y la trama atrapa al lector. Vamos, que me ha gustado mucho. Saludos y suerte en el tintero.
ResponderEliminarHola José
EliminarMe alegro de que te haya gustado. Gracias por comentar
Un saludo
Un relato dialogado que encierra a unas protagonistas peculiares. Con ritmo y locuacidad en el desarrollo de la acción que nos trasporta hasta ellas con cierta facilidad.
ResponderEliminarMe ha gustado
Un abrazo y suerte en el concurso
Puri
Buenas tardes, Paola. (O mañanas, o noches, según cuando leas estas palabras...)
ResponderEliminarCreo no equivocarme si te confieso que este texto no es lo mejor que te he leído (si soy tan directo y sincero es porque en relatos anteriores ya has demostrado tu calidad como escritora), y aun así me ha gustado, amiga.
No era nada fácil tu propuesta al estar integrada casi en exclusiva por diálogos, y opino que has salido airosa de la papeleta.
Te deseo mucha suerte en "El Tintero...".
Un abrazo.
Menudos secretos que hay en algunas familias.
ResponderEliminarMi hermano entró en el seminario "motu propio" y cuando ya llevaba una temporada se escapaba por la ventana del cuarto comunitario para asistir a fiestas y bailes. Debió ser por eso que a falta de un año para ordenarse sacerdote se salió para seguir otra vocación.
Una historia con toque de humor, sin duda.
Suerte.